Un sentimiento como la compasión tiene efectos benéficos para quien la practica. Un experimento realizado por David Mc Clelland psicólogo de la Universidad de Harvard, demostró que sentir compasión puede ocasionar un incremento en el nivel de inmunoglobulina A, un anticuerpo que ayuda a combatir infecciones respiratorias.
En otro estudio realizado en el Centro de Investigación de la Universidad de Michigan, demostraron que realizar trabajos de voluntariado con regularidad, interactuar con los demás en términos de benevolencia y compasión, aumentaba significativamente las expectativas de vida y también la vitalidad en general. Además abrirse a ayudar a los demás produce una enorme sensación de felicidad y serenidad.
Muchas investigaciones han realizado descubrimientos similares y han concluido que los estados mentales positivos pueden mejorar nuestra salud física y emocional.
Para ello Sogyal Rimpoché nos muestra una técnica para despertar compasión hacia una persona que sufre. Consiste en imaginarse a un amigo muy querido, o a alguien a quien se ama de verdad, en el lugar de esa persona.
"Imagínese a su hermano, a su hija, a su padre o a su mejor amigo en idéntica situación dolorosa. Se abrirá su corazón con toda naturalidad y despertará a usted la compasión. ¿Qué podría querer más que librarlos de su tormento?. Tome entonces esta compasión generada en su corazón y transfiérala a quien necesita su ayuda; comprobará que la ayuda es más inspirada y espontánea, y que puede dirigirla más fácilmente".
Si aprendiéramos a dar a los demás, sin esperar la recompensa, no sólo nuestra actitud sería más noble sino que nosotros seríamos mucho más felices, porque el dar lleva en sí su propia plenitud, enriquece en vez de empobrecer.
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